La sátira de la hidalguía presumida
Cuando el nivel de identificación
estética con el héroe criollo o mestizo o con el héroe indígena estuvo marcado
por lo que Hernández Sánchez-Barba (1978) denomina la justificación del honor o
de la hidalguía de la propia sangre (presentes en toda la obra del Inca
Garcilaso)
Advertimos que en la poesía colonial tardía
--a diferencia de la poesía barroca y renacentista del Siglo de Oro— predominó una
recepción estética contradictoria, mezcla en términos de Jauss (1992) de una
identificación es impatética (e.g.: elogio de la nobleza adquirida) y de una
identificación irónica (e.g.: sátira de la hidalguía presumida). Este fue el
caso del mestizo Paraguayo Andrés Ortíz de Ocampo Ysfrán, por cuanto componía
décimas cargadas de un discurso político-ideológico, seguramente condicionadas
por la estructura señorial del clan familiar al cual él mismo perteneció. Entre
las diferentes causas que Ocampo había defendido se encontraba a fines del
siglo XVIII: la lucha contra la subordinación del Cabildo de La Rioja a la Gobernación-Intendencia
de Córdoba (1759); la lucha contra la presencia de los administradores de la Renta del Tabaco y Naipes y
los receptores de la Sisa
y la Alcabala ,
nombrados por los Ministros de la Real Hacienda , por lo general peninsulares
(1772); y la lucha contra el envío de milicias para reprimir la sublevación de
Tupac Amaru (1782). El hecho que Ocampo Ysfrán fuera un mestizo, hijo
adulterino de un miembro de la élite riojana; que provocara en 1759 tumultos en
la milicia Riojana, a raíz de lo cual fue desterrado a la vecina ciudad de San
Juan; y que alcanzara en 1780 el cargo de Alcalde Ordinario en el cabildo, y el
grado de Maestre de Campo en las milicias locales, le otorga a su caso un matiz
de especial relevancia.
Don Andrés había nacido en Asunción en 1725 del ayuntamiento
del General Andrés Ortíz de Ocampo con una mestiza paraguaya de apellido Ysfrán.
Llevado a La Rioja
y criado por su padre, el noble bastardo fue educado como un hijo mas, alcanzando
una cultura inusual en La Rioja
de ese tiempo, que le permitió desarrollar especialmente su vena poética, con
la cual satirizaba a sus adversarios y defendía múltiples causas perdidas.
Los mestizos como Ysfrán fueron, al decir
de Romero (1976), "...el elemento corrosivo del orden formal de la
sociedad barroca de Indias, el que minaría la sociedad dual urbana".
Su padre, el General Andrés Ortiz de
Ocampo, se había casado en 1722 con Mariana Bazán de Pedraza, heredera del
Mayorazgo de Tótox, hija del Maestre de Campo Don Juan Gregorio Bazán de
Pedraza y Tejeda Guzmán, un riojano que había sido Gobernador del Paraguay, cuya
mujer en segundas nupcias fue Francisca de Lezama.
Esta mujer, al enviudar en 1764,
designó como albacea de su marido Bazán, al bastardo Ocampo Ysfrán, el hijo
adulterino de su yerno el General Ortiz de Ocampo.
Esta designación provocó la indignación
de Cipriano Camaño Ribadeo y Figueroa, marido de Marciana Bazán de Cabrera,
hermana del finado Juan Gregorio, que finalmente lo
impugnó "...por notoriamente infame, por espurio, desterrado, tumultuario,
y revoltoso".
Veinte años después,
en 1782,
el mayor de sus medios-hermanos legítimos, Andrés Nicolás Ortiz de Ocampo,
padre del prócer Francisco Antonio Ortíz de Ocampo, del literato, Provisor y
Vicario General del Obispado de Córdoba R.P. José Nicolás Ocampo Villafañe, y del poeta neoclásico
José Gabriel Ortíz de Ocampo, le otorgó un poder para testar.
Contrariando sus propios principios igualitarios, pero fiel a los dictados de su
poderdante, el albacea y noble bastardo, Ocampo Ysfrán, otorgó en 1783, un año después
de fallecido su medio hermano Andrés Nicolás, el anunciado testamento,
previniendo a los herederos del Mayorazgo de Tótox que "...siempre que por
casamiento desigual degeneraren, pierdan el vínculo como transgresores de
aquella primera intención y pase el goce al que de la misma línea llevase el
lustre de la familia". La desigualdad matrimonial (étnica o
estamental) era combatida en esos tiempos por la promulgación de la Pragmática Real
sobre Matrimonios.
Finalmente, parecería que el estigma de
su mestizaje y de la forma ilegítima en que Ocampo Ysfrán fue concebido lo
persiguió de por vida, pues en 1786 --veinte años después de haber litigado en los
estrados de Córdoba con Camaño y Figueroa, tío político de su padre, y contando
ya con 62 años de edad-- al ser electo Alcalde Ordinario de La Rioja , el Subdelegado de
Real Hacienda Capitán Juan Antonio Gómez lo impugnó en virtud de su orígen
bastardo. Como Ocampo estaba vacunado contra estas adversidades no se encrespó
ni retó a duelo al insolente peninsular, pero consecuente con su espíritu
libertario compuso las famosas décimas, denominadas Décimas
Correctivas, primero publicadas por Grenón (1922), y veinte años
después reproducidas por Carrizo (1942), que llegaron hasta los propios
despachos del Gobernador-Intendente de Córdoba. Con la ironía que lo caracterizaba, y sin
acudir al odio o al resentimiento, Ysfrán apeló en dichas décimas a sus pares,
los miembros del Cabildo, invitando a su impugnador Gómez, el destinatario
directo de sus versos, a practicar una vida esforzada y meritoria, para lo cual
aludió a los méritos individuales:
!Mira que es terso el candor
de la nobleza adquirida!
1
y continuar introduciendo, entre otros tópicos, los de la
bastardía y la hidalguía combinadas con metáforas que aluden a las alturas
andinas y con ironías acerca de la contradicción manifestada entre su conducta
y su nacimiento:
I
De la ilegitimidad
del sujeto que aborreces
as hecho mención mil veces
con sobrada libertad;
mas tu mala voluntad
no ha de probar, hasta el día
que cometa bastardía
por interés o rencor;
para vos es el rubor
que presumes de hidalguía.
Si es que
sois tan bien nacido
¿por qué sois tan mal criado?
Cuando estabas atrasado,
no eras tan atrevido.
Nunca has de echar en olvido
vaibenes de la fortuna;
porque si tenéis la cuna
en las más altas montañas,
siempre que useis de marañas
tu honra será ninguna.
Ocampo Ysfrán, aparentemente, sentó
jurisprudencia. Su lucha no fue en vano, pues ante casos semejantes de
discriminación en perjuicio de hijos naturales o ilegítimos su opinión habría
sido consultada, al extremo de ayudar en la defensa de quienes se encontraban
en situaciones de marginamiento". (sic)
NOTA: Este texto fue extraído de una publicación de Eduardo Saguier en uno sus tomos de "Genealogía de la tragedia Agrentina (1600-1900)" .
Tuve la suerte de conocer en unas Jornadas Genealógicas a Luz Ocampo, descendiente de Andrés Ortiz de Ocampo Ysfran, quien expuso un trabajo estupendo sobre él y quiero hacer énfasis en su teoría -que comparto ampliamente-: "respecto de la madre no surge de ningún documento quien fuera. Lo que tampoco surge dentro de los cuestionamientos sobre su condición de bastardo, es descripción alguna de las características físicas de Andrés, que si hubiera sido *mestizo*, realmente hubiera quedado adyacente. Y la conclusión es que DEFINITIVAMENTE SU MADRE NO FUE INDIA, SINO MAS BIEN ESPAÑOLA O CRIOLLA"
Lo que, hasta genéticamente, lo haría "más puro" dado que Mariana Bazán de Tejada e Izzarra Gaete, tiene su línea ascendente: Bazán de Pedraza c/ Tejeda Guzmán; Tejeda y Guzmán c/ Vera y Aragón; Tejeda Mirabal c/ Guzmán; Tejeda c/ Mejía Mirabal y Mexía Mirabal c/ María Mancho: INDIA
Silvina Velo de Ipola